Esta fundación, promovida por la Agencia EFE y el BBVA y que trabaja asesorada por la Real Academia Española, tiene como objetivo promover el buen uso del español en los medios de comunicación.
Por segunda vez en sus casi diez años de existencia, la Fundéu BBVA se ha propuesto encontrar su palabra del año, que dará a conocer mañana día 30.
La ganadora saldrá de una docena de términos preseleccionados por la Fundéu BBVA según criterios lingüísticos y de actualidad.
«No buscamos la palabra más bonita ni la más original o novedosa. Queremos que nuestra palabra del año esté relacionada con la actualidad y, por tanto, que haya estado muy presente en los medios», explica el director general de la Fundación, Joaquín Muller.
«Además debe ser un término con un cierto interés lingüístico por su formación o por su uso, y que, como consecuencia de lo anterior, haya sido objeto de alguna de las más de 300 recomendaciones que hemos lanzado a lo largo del 2014», ha añadido.
En la primera edición, hace un año, la palabra elegida fue «escrache», un término del español del Río de la Plata con un debatido origen, que desembarcó con fuerza en España con motivo de las protestas sociales y cuya utilización fue incluso objeto de polémica política.
En esta ocasión, la lista preliminar incluye palabras que se han extendido gracias, sobre todo, a las redes sociales, como «postureo» o «selfi», la adaptación al español propuesta por la Fundéu BBVA para el onmipresente anglicismo selfie.
También hay palabras relacionadas con la expansión de la comunicación con dispositivos móviles, como «nomofobia», el neologismo que designa el miedo a no estar conectado, o «apli», el acortamiento de «aplicación» propuesto como alternativa a app.
El mundo del deporte aporta a la lista «árbitra», un femenino hasta ahora poco usado, y la economía «impago», la palabra que en español sustituye con éxito al anglicismo default.
El verbo «abdicar» estuvo en las primeras páginas de todos los medios y suscitó algunas dudas sobre su uso (¿se «abdica el trono» o «al trono»?), como sucedió con otras palabras como «ucraniano» o «ébola».
La lista la completan «superluna» y dos términos que han llegado este año al Diccionario académico por diferentes razones: «dron», ese aparato volador que parece abrir nuevas posibilidades en muchos campos, y «amigovio», una palabra común en varios países de América con la que se alude a las personas que tienen una relación de menor compromiso formal que un noviazgo.