Algunas palabras mantienen entre sí una relación de vecindad conflictiva.
Un narrador de ciclismo dijo durante la contrarreloj de los Juegos: «Sólo Tony Martin ha podido inmiscuirse entre Wiggs y Frome, los dos mejores del Tour». La voz inmiscuirse se inmiscuyó así en el espacio de intercalarse para hacernos creer que Tony Martin fue un vulgar entremetido.
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