«Cautus», que significaba ‘terreno defendido, limitado’, tuvo varios hijos a lo largo de su matrimonio con el Tiempo. El mayor de ellos, «coto», pronto empezó a trabajar poniendo nombre a esos pequeños (o no tanto) terrenos limitados que son los cotos de caza o de pesca, y la cosa de poner fronteras se le dio tan bien que igualmente le llamaban para impedir abusos, desafueros, desmanes y vicios. O lo que es lo mismo, le pedían poner coto.
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