Uno de ellos, y peliagudo, es la homofonía. La etimología nos da pistas sobre su significado: homo– ‘igual’ y –fono ‘sonido’. Dos palabras que suenan igual son homófonas.
Además de coincidir en el sonido pueden coincidir también ortográficamente. Comparen, si no, traje ‘vestido’ y traje, primera persona del singular del pretérito perfecto simple del verbo traer.
Esta homofonía nos permite a los dominicanos hacer una fiesta de traje, jugando con ambas palabras y con sus respectivos significados en la misma expresión. Ambos trajes son homógrafos además de homófonos.
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