A pesar de que la frase no es gramaticalmente incorrecta, la coma cambia por completo el significado. Algo parecido a lo que ocurre con estos dos ejemplos que encontramos en Paper Papers. Uno de El País, para que no se diga: «Aguirre, dimite».
Desde Fundéu, Judith González nos cuenta que muchas de las consultas que reciben sobre puntuación son precisamente sobre estas comas, las del vocativo. González explica que la puntuación «nunca es fácil» porque, aunque es cierto que «hay comas que no son obligatorias», otras «pueden cambiar el sentido de la frase o simplemente son incorrectas».
Otras dudas habituales que suelen llegar a Fundéu son el uso de la coma y la conjunción y, la coma en las enumeraciones, la coma en los encabezamientos de las cartas y la coma en las oraciones causales, entre otras, incluyendo el ejemplo clásico para los adjetivos: «Los soldados, cansados, volvieron al campamento» y «Los soldados cansados volvieron al campamento».
En el primer caso, todos volvieron al campamento y todos estaban cansados. En el segundo, sólo regresaron los que estaban cansados.
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