Esta es una de las conclusiones de la mesa redonda sobre este manual que se celebró hoy dentro del seminario El español en los medios de comunicación de Estados Unidos, que se celebra en el monasterio de Yuso en San Millán de la Cogolla.
En esta mesa redonda participaron como ponentes cuatro de los autores del primer manual de esta entidad: Lilia O’Hara, del diario Enlace de San Diego; el coordinador de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), Alberto Gómez Font; Benito García, de la delegación de la Agencia Efe en Miami, y Raúl Cabellero, del Diario La Estrella, de Forth Worth.
Los cuatro propusieron diferentes cuestiones prácticas a los asistentes, representantes de los principales medios de comunicación en español de los Estados Unidos, como los periódicos New Herald de Miami y La Opinión de Los Ángeles o de CNN Televisión.
Gómez Font subrayó la necesidad de los periodistas que trabajan en español de disponer de un manual «más atrevido y vanguardista» que el Diccionario panhispánico de dudas y aseguró que «nuestro objetivo no es que desaparezcan los manuales de estilo de los medios, pero sí que todos dispongan de uno similar».
Como avances sobre la primera edición propuso el ordenar todo el contenido de forma alfabética, editar el manual en diferentes países y prever su publicación en internet.
Lilia O’Hara consideró que en el periodismo en español que se realiza en los Estados Unidos «quizás falta la formación que tienen los periodistas y editores norteamericanos» y, «cuando los periodistas están formados, el español que hablan es el que han oído en su casa, con los defectos que eso supone».
Ante ello, subrayó la necesidad de «ofrecer una propuesta del estilo periodístico aunque no para uniformar», además de «ofrecer más soluciones de gramática y mejorar las traducciones».
Benito García incidió en el «empuje del inglés en la sociedad latina» y consideró que en ocasiones un exceso de rigidez en el uso del español «intimida a muchos latinos, que optan por hablar en inglés», por lo que opinó que el manual para los informadores no puede ser «una trinchera para eruditos».
En su opinión, «debemos estimular el uso del idioma español y corregirlo sobre la marcha» y «orientar hacia lo positivo, sin herir sensibilidades de quienes están bombardeados de forma continua por el inglés».
Raúl Caballero, por su parte, admitió que «existen problemas por el spanglish y la proliferación de medios que no cuidan el léxico», aunque «la realidad es que los lectores latinos se centran en medios que sí cuidan el idioma, que ya han madurado en ese campo».
A su juicio, este segundo manual debe incluir «variaciones del español según el país de procedencia y añadir más secciones además de la léxica».
En este sentido, el delegado de la Agencia Efe en Miami, Emilio Sánchez, planteó la opción de añadir un texto similar al Estatuto de Redacción de esta agencia en ese manual.
La propuesta fue bien acogida por la mayoría de los asistentes, aunque Enrique Durand, de CNN en Español, planteó que «este texto no debe tratar cómo hacer periodismo sino resolver dudas» y Jorge Covarrubias, de Associated Press (AP), consideró que ese texto sobre estilo periodístico debería desligarse del manual de estilo.
Lila O’Hara acogió la propuesta para la segunda edición y admitió que, «además de en el léxico, también debemos pensar en la credibilidad de los medios porque hay muchos medios pequeños, que no son los nuestros, que también deben pensar en cómo se están contando las cosas».