Por si vives en una cueva afgana, te diré que el mansplaining describe una de las costumbres machistas más molestas en el día a día de las mujeres. Es la manía que tenemos los hombres de explicarles lo que ellas ya saben, con grandes dosis de condescendencia, como si fueran tontas. Engloba la costumbre todavía más odiosa de explicar lo mismo que una mujer acaba de decir en una reunión, como si diéramos por hecho que a ella no la han entendido bien.
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Fue entonces cuando Soledad Gallego-Díaz, presente en la reunión, levantó la voz y dijo que ella había estado pensando. Cuando pronunció su invento, tuve ganas de levantarme y aplaudir. Era machorragia.
Machorragia. Paladeadla, pensad en ella, veréis que es una palabra perfecta: descriptiva, precisa y vomitiva.
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