En 2022 las búsquedas de esa palabra se incrementaron un 1740 %, según sus datos.
Luz de gas (gaslighting, en inglés) debe su nombre a la obra de teatro homónima escrita por el dramaturgo británico Patrick Hamilton y a la película basada en la misma, un thriller psicológico de 1944 dirigido por George Cukor y protagonizado por Charles Boyer, Ingrid Bergman y Angela Lansbury.
Merriam-Webster la define como una manipulación psicológica de una persona, por lo general durante un tiempo prolongado, que hace que la víctima cuestione la validez de sus propios pensamientos, de su percepción de la realidad o de sus recuerdos, y que suele provocar confusión y pérdida de confianza y de autoestima.
Pero en los últimos años, según esa editorial, su significado también engloba de forma más amplia al acto de engañar gravemente a alguien para beneficio personal, lo que la hace estar en línea con otros términos modernos que pueden hacer referencia a la manipulación, como fake news (noticias falsas) o inteligencia artificial.
«La idea de una conspiración deliberada para engañar ha hecho que gaslighting sea útil para describir mentiras que son parte de un plan mayor», añade la editorial.
Merriam-Webster recalcó que aunque hay muchas palabras para aludir a la manipulación o la mentira, el amplio incremento reciente de las herramientas y canales utilizados para manipular hace que ‘gaslighting’ se haya alzado este año como vencedora de la palabra del año.