Repasaron todas las listas del mundo con los nombres más comunes, pero no terminaban de encontrar uno que cuadrara con la idea que tenían. Tenía que ser un nombre especial aunque sonara extraño. Ya se acostumbraría el mundo a llamarle como ellos habían pensado.
Pero estaban convencidos de que debía ser un nombre sonoro, que no evocara nada pero que lo significara todo.
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