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Agencia EFE

Las palabras de la pandemia

«Coronavirus», «PCR», «desescalada», «mascarilla», «nueva normalidad», «confinamiento»... son solo algunas de las palabras que en este 2020 hemos incorporado a nuestras conversaciones. De entre todas las consecuencias provocadas por la COVID, debemos añadir también la riqueza lingüística que está dejando en nuestro vocabulario. En EFEsalud hemos hecho una selección de las palabras que han marcado este año.

«Pandemia» es una palabra empleada en epidemiología para referirse a una epidemia que afecta a varios países, o continentes, independientemente de su tasa de mortalidad. Salvo en expertos, no era muy común el uso de este término hasta la llegada, a principios de año, del virus a España, a Europa, a América y a todo el mundo.

Igual que esta, nuevas palabras se han ido incorporando a nuestro vocabulario hasta convertirse en habituales en nuestras conversaciones. La expansión del virus ha dejado un sinfín de neologismos, eufemismos y nuevos términos con los que ya nos hemos acostumbrado a convivir. En las postrimerías del año, en EFEsalud repasamos qué palabras han marcado y definido el curso de la pandemia este 2020.

«Coronavirus», «COVID-19» y «SARS-CoV-2»

Estas tres palabras se han utilizado indistintamente durante la pandemia, pero no son lo mismo.

 El término «coronavirus» procede del latín y etimológicamente hace referencia a la forma del virus; en este caso, su parte más externa se parece a una corona solar, de ahí el nombre. Ahora bien, los coronavirus son una familia de virus que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos.

En los humanos, se sabe que algunos coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ser leves o graves como el síndrome respiratorio agudo severo (SARS en inglés).

Es por eso que, al inicio de la pandemia, cuando se sabía poco acerca del virus se le denominó como «nuevo coronavirus del 2019».

«COVID- 19» es, sin lugar a dudas, la gran palabra del 2020. Es un sustantivo femenino y no masculino, como muchos creen, porque es un neologismo abreviado del inglés: «coronavirus + disease + 2019». Es la enfermedad infecciosa, descubierta más recientemente, causada por el coronavirus y responsable de la mayor crisis sanitaria en los últimos cien años. Se trata de una enfermedad muy contagiosa y extremadamente peligrosa que ha logrado paralizar al mundo entero.

 Por último, SARS-CoV-2 es el nombre del virus: un coronavirus de tipo 2 causante del síndrome respiratorio agudo severo. Fue el Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV sus siglas en inglés) quien el 11 de febrero de 2020 anunció su nombre. Según la OMS, el nombre se escogió por su relación genética con los coronavirus responsables del brote, en 2003, de SARS.

«Estado de alarma», «confinamiento» y «cuarentena»

El 14 de marzo, tras más de siete horas de Consejo de Ministros extraordinario, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretó el estado de alarma a causa del virus. El estado de alarma es un régimen excepcional que limita la movilidad de los ciudadanos en el territorio nacional, salvo casos de fuerza mayor y con excepciones como trabajar o hacer la compra. Además, el Gobierno asumía el mando único de las medidas sanitarias, de transporte y seguridad. El 25 de octubre de 2020 se declaró un nuevo estado de alarma, pero con medidas más flexibles que el primero.

«Confinamiento» no es una palabra nueva, pero nos transporta a la gripe de 1918 conocida como «la gripe española», cuando para protegerse del virus la única solución fue resguardarse en casa. En realidad, en eso consiste el confinamiento. Ante la falta de un tratamiento eficaz que proteja a la población, la medicina más eficiente fue permanecer en el domicilio restringiendo la movilidad al máximo posible. Según algunos estudios, el confinamiento evitó la muerte de 3 millones de personas en Europa y de 450 000 en España por COVID-19.

Tampoco puede faltar en nuestra lista de palabras más escuchadas durante la pandemia «cuarentena», es decir, el aislamiento preventivo al que se someten las personas durante un número variable de días. Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la cuarentena se usa para mantener a quienes podrían haber estado expuestos al virus lejos de otras personas. Como curiosidad, su origen etimológico viene del siglo XIV cuando se estableció que el tiempo óptimo de aislamiento fuesen 40 días.

«Desescalada», «nueva normalidad» y «PCR»

Estas tres palabras ni siquiera formaban parte del imaginario colectivo hasta la llegada de la pandemia a nuestras vidas. «Desescalada», o también «desconfinamiento», fue un término especialmente utilizado a partir del mes de junio que hace referencia al control, en parte, de la expansión del virus. Estuvo marcada por 4 fases graduales en las que poco a poco la población fue abandonando el confinamiento para recuperar, en la medida de lo posible, la movilidad, los actos culturales, etc. En relación a esto, surgió lo que se llamó «nueva normalidad», es decir, la aceptación y adaptación de la sociedad al nuevo escenario impuesto por la COVID-19.

En esta etapa es en la que nos encontramos y es vital no rebajar las medidas de seguridad y protección para evitar rebrotes.

¿Y quién a estas alturas no ha escuchado hablar de las PCR? Son las siglas en inglés de «reacción en cadena de la polimerasa» y es una prueba que permite la detección de un fragmento del material genético del virus. En pocas palabras: permite saber si estás infectado de COVID o no. Es altamente sensible y detecta la infección prácticamente desde el inicio de la misma.

Otras que nos han acompañado estos meses…

La pandemia también ha traído consigo cambios estéticos para asegurar la protección de la población. Sin duda, la mascarilla ha sido uno de los grandes iconos. Es la barrera protectora por excelencia frente a la COVID, pero siempre teniendo en cuenta otras medidas como el distanciamiento social (de 1,5 a 2 metros) y una adecuada higiene de manos.

De carácter obligatorio, debe tapar la boca y nariz para mayor efectividad. A día de hoy, no podemos salir de casa sin ella. Igual que ocurre con el gel hidroalcohólico o desinfectante de manos. Antes asociado a los histéricos de la limpieza, este producto está presente en todos los establecimientos y evita la expansión del virus. Ahora bien, está recomendado cuando no se pueda realizar una limpieza con agua y jabón y para que sea efectivo debe contener, al menos, un 70 % de alcohol.

Conseguir una vacuna ha sido, en estos meses, la gran meta de los científicos para acabar con la pandemia. Esta palabra, ahora en boca de todos, representa la esperanza después de momentos tan duros. Ya se están distribuyendo las primeras dosis con todo un panorama de esperanza e inquietud sobre su efectividad y capacidad para acabar con el virus y devolver al mundo de 2019.

No terminamos esta lista de palabras claves durante la pandemia sin nombrar a una que ha revolucionado la forma de trabajar: «webinar». Este término es un neologismo que combina las palabras «web» y «seminario» y ha sido la tónica de trabajo de millones de personas en el mundo. Con el objetivo de mantener la seguridad y protección en estos meses, innumerables congresos, conferencias, reuniones o debates se han realizado telemáticamente.

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