Hasta el momento, Blecua no le ha comunicado al pleno de la Academia si tiene intención de continuar o no, pero, según diversas fuentes consultadas por Efe y que desean permanecer en el anonimato, algunos académicos «tienen la sensación de que no quiere seguir» y otros están «perplejos» por que a estas alturas no haya hecho pública su decisión.
Independientemente de cuáles sean las intenciones de Blecua, hay un grupo significativo de académicos que cree que la RAE necesita cambiar de director y que la persona idónea para llevar las riendas de la Academia sería Darío Villanueva, secretario de esta institución desde 2009 y rector de la Universidad de Santiago de Compostela entre 1994 y 2002.
Gran experto en fonética y fonología, Blecua fue elegido director en diciembre del 2010 tras los doce años de mandato de Víctor García de la Concha, un período en el que se consolidó la política lingüística panhispánica y se publicaron grandes obras como la nueva Gramática de la lengua española y la Ortografía.
Los cuatro años que le ha tocado a Blecua (Zaragoza, 1939) dirigir la Academia no han sido fáciles, como no lo han sido tampoco en ninguna otra institución pública.
La RAE se ha visto afectada por los continuos recortes de la aportación estatal (un sesenta por ciento en cinco años), por la caída del patrocinio y la menor venta de las publicaciones académicas.
El presupuesto de esta institución es de 7,5 millones de euros y, el próximo año, recibirá del Estado la misma cantidad que en 2014, es decir, 1,61 millones.
Como dijo Blecua en una reciente entrevista con Efe, la Academia Española tiene un déficit de 2,5 millones de euros al año, una situación «muy difícil de sostener» que obliga a pensar en «una reestructuración del sistema económico» de la RAE.
Además, el éxito de la versión digital del Diccionario académico, que es gratis y que recibe al mes más de cuarenta millones de consultas, le resta también posibilidades a la venta de la 23.ª edición, que publicó Espasa el pasado 16 de octubre en todos los países hispanohablantes.
La Academia está buscando «un patrocinio único o compartido» para la versión digital de su Diccionario, y es probable que en los primeros meses del 2015 ya haga público quién o quiénes prestarían ese apoyo.
En realidad, la elección de director tenía que haber sido hoy, pero se ha aplazado hasta el día 11 dado que varios académicos, entre ellos Blecua y Villanueva, participan esta semana en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) con importantes actividades.
Según las fuentes consultadas por Efe, no está del todo claro qué puede pasar en las votaciones del próximo jueves, porque frente al grupo —mayoritario, en principio— que quiere que la RAE la dirija Darío Villanueva (Villalba, Lugo, 1950), otros creen que, «por sosiego interno», sería mejor que continuara Blecua de director.
«El asunto está muy reñido», le dice a Efe uno de los académicos consultados, partidario de que Blecua sea reelegido, «aunque luego renunciara».
«La Academia necesita un gestor que le saque todo el partido posible al potencial» que tiene esta institución y que «la modernice». «Y esa persona es Darío Villanueva», afirma con contundencia otro miembro de la corporación, cuya opinión es compartida por varios académicos, «críticos con la gestión de Blecua».
Catedrático de Literatura Comparada, Villanueva «podría ser un gran director. Tiene experiencia en gestión y conoce muy bien la Academia», añaden algunos. Ha organizado con éxito el tercer centenario de la RAE y, además, cuando fue reelegido secretario en el 2013, logró un apoyo «casi unánime».
Sin embargo, otros académicos no ven tan claro lo de Villanueva y tienen «grandes dudas sobre quién podría sacar adelante la Academia».
En la RAE no se presentan candidaturas para el cargo de director sino que, teóricamente, cualquier académico puede serlo siempre que obtenga los votos necesarios.
Por eso no hay que descartar que en las votaciones del 11 de diciembre surja el nombre de algún otro, pero, hasta ahora, los dos que tienen más posibilidades son Darío Villanueva y Blecua, si finalmente decide continuar.