Noticias del español

| Álex  Grijelmo (El País, España)

La punta de la lengua: Abstencionistas o abstinentes

Una ambigüedad del lenguaje puede guardar relación con una realidad también ambigua. Y la abstención es una niebla.

Todo escrutinio electoral contabiliza dos tipos de ciudadanos: quienes votan y quienes se abstienen. El que vota es «votante», del mismo modo que quien ilusiona es ilusionante y quien decepciona es decepcionante; pero el que se abstiene no es un «abstinente» como correspondería, sino un «abstencionista».

«Abstencionista» se define en el léxico de la Academia –cuando el término se aplica a personas– como el «partidario del abstencionismo»; es decir, el que defiende la actitud o la práctica de no votar. El Diccionario recoge también la palabra «abstinente» (‘el que se abstiene’, ‘el que se priva de algo’), y nos brinda así una alternativa simétrica a «votante» (‘el que vota’). Pero el lenguaje político y el periodístico han desechado esta opción para quedarse siempre con «abstencionista», que a su vez no tiene en el uso el correspondiente simétrico «votantista» (un supuesto partidario del «votantismo»: es decir, de la práctica o actitud de votar; quizás incluso de un hipotético sufragio obligatorio como sucede en Grecia, Italia y otros 22 países).

¿Sería lo mismo un abstinente que un abstencionista? Parece que en puridad no.

[…]

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