A esa revisión se refería el director de la RAE, José Manuel Blecua, en una reciente entrevista con Efe, en la que también hablaba del «cuidado exquisito» que ha tenido la Academia en procurar evitar el carácter machista de algunas definiciones, pero «sin que esto quiera decir que se haya acabado con todo el machismo en el Diccionario».
«Tampoco se ha acabado con el machismo en la sociedad, y el Diccionario, como es reflejo de una sociedad, contiene visiones sociales que son inevitables, forman parte de nuestra historia», decía Blecua.
La presentación a la prensa será mañana por la tarde en Madrid, y en ella intervendrán, además de Blecua, el secretario de la RAE, Darío Villanueva; el académico director de la obra, Pedro Álvarez de Miranda; el secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española, Humberto López Morales, y la directora de Espasa, Ana Rosa Semprún.
Al día siguiente, los Reyes presidirán la presentación pública de la XXIII edición del Diccionario, en un acto que se considera la sesión institucional de clausura del III centenario de la RAE. Asistirán los directores de las veintidós Academias de la Lengua Española.
Y es que todas las Academias han colaborado en la elaboración del Diccionario, la obra de mayor repercusión de cuantas publica la RAE. Y han dado el visto bueno a las novedades que se han ido acordando desde que en 2001 vio la luz la XXII edición.
La editorial Espasa publicará simultáneamente, en todo el ámbito hispanohablante, el nuevo Diccionario de la RAE. Tendrá 93 111 entradas, frente a las 88 431 de la edición anterior de 2001, y recogerá 195 439 acepciones, entre ellas casi 19 000 americanismos. En esta edición se han introducido cerca de 140.000 enmiendas que afectan a unos 49 000 artículos.
La tirada inicial es de 100 000 ejemplares. En España se publicará en un solo volumen y costará 99 euros. En América se editará en dos volúmenes, y su precio será el equivalente a 70 euros (unos 88 dólares).
La versión digital del Diccionario comenzó a funcionar en 2001. Su éxito lo refleja la cifra de consultas que recibe, unos cuarenta millones al mes, procedentes en gran medida de España, México, Argentina, Colombia, Perú y Estados Unidos.
Desde que se publicó la anterior edición del Diccionario, las Academias han ido volcando en la versión electrónica miles de novedades y de modificaciones. Mañana habrá ocasión de conocer una selección de las acordadas en los últimos meses.
Algunas de ellas ya se hicieron públicas el pasado mes de marzo, cuando la RAE entregó el original del Diccionario y adelantó que se incluirían palabras como bótox, cameo, dron, pilates, impasse, feminicidio, multiculturalidad y precuela. También estarán mileurista (utilizada solo en España), tuit, tuitear, tuitero y red social.
En la edición en papel se han incluido, además, voces como audioguía, cortoplacista, hipervínculo, medicalización, naturópata y serendipia. Para consultarlas en la versión electrónica habrá que esperar a que la RAE la actualice.
Pero, desde hace años están disponibles en internet miles de nuevos artículos y de palabras enmendadas, acordadas por las Academias de la Lengua Española, entre ellas la acepción de matrimonio homosexual, que entró en el Diccionario en junio de 2012.
En esa fecha se incluyeron también voces como blog, bloguero, chat, chatear, cienciología, friki, espanglish, euroescepticismo, okupa, página web, papamóvil, SMS y tableta electrónica.
El libro electrónico llegó en 2010 a la edición digital del Diccionario, como también lo hicieron términos como abducir, ambientalista, anticrisis, anticelulítico, buñueliano, grafitero, jet lag, y otros coloquiales como cultureta, muslamen y obrón.
Hay innumerables expresiones de tipo coloquial que han entrado en el Diccionario en estos últimos años, como chiste verde, costar un riñón, estar al loro, animal de bellota o cuerpo de jota.
Y otras no coloquiales, entre ellas acoso moral, cerrar filas, mayoría silenciosa, diálogo social, animal político o terapia ocupacional.