Desde 1910, ha vivido a diario las alegrías de los pequeños y grandes éxitos de los diferentes estamentos del deporte. Ha viajado con esta moderna forma de emigración en su afán por conquistar sus sueños en tierras lejanas. Ha hecho de aeropuertos, fuentes, avenidas y plazas, escenarios para expresar la alegría popular. No obstante, también ha tenido que describir numerosos momentos de confusión y decepción, de llantos inconsolables y aturdidos silencios.
Esta tarea ha creado expresiones originales y ha divulgado una cultura propia. Ha reunido el esfuerzo y la fantasía de las voces de los deportistas, las alegres expresiones de las tribunas, los términos de los medios de comunicación y las recreaciones artísticas de escritores. Ha generado un espacio de convivencia para sus manifestaciones cultas y populares y ha contribuido a hacer más agradable y valiosa la vida de sus seguidores.
Del tendido de los sastres a la recuperación de información en dispositivos móviles, del telégrafo a las redes sociales, del micrófono de carbón a estos tiempos de deportistas y entidades convertidos en marcas e iconos, el periodismo deportivo español ha puesto melodía a su relato, ha contado con un coro de múltiples voces para su análisis, ha llevado hacia el entusiasmo global a masas y ha creado una historia cultural que influye en comportamientos y valores sociales.
Su capacidad de transmitir alegría, fervor y esperanza ha hecho que sus expresiones saltaran de los recintos deportivos a la vida cotidiana de la gente y a los recursos para la redacción de otras áreas informativas. Esa es una de las principales claves de la calidad de esta forma especializada de periodismo.
Asturias no ha sido ajena a esta aventura de las gentes y palabras en movimiento y ha participado activamente desde la creación de los Juegos de la Era Moderna en 1894 hasta la actual diversificación de actividades rurales, olímpicas, paralímpicas, extremas, de aventura, de turismo activo… Favoreció su expansión por playas, explanadas junto a las plazas de toros, campos de maniobras y programas de festejos; también, por los despachos con la descripción de actitudes de chupópteros y abrazafarolas; y hasta ha sabido adaptarse para ir a toda velocidad con el fin de no dejar de parpadear y así no perderse la vuelta rápida.
Prensa escrita, radio, televisión y comunicación digital han ayudado a la gente a buscar la felicidad, han inventado soluciones con imaginación y bondad y han sido una historia de fantasía y esfuerzo por detener los momentos especiales para fijarlos en el recuerdo de la población.
En resumen, la labor del periodismo deportivo es, además, una fuente de inspiración para la información y el entretenimiento de todas las generaciones comprendidas entre el siglo XIX y el XXI.