Borrell, exministro español de Obras Públicas y expresidente del Parlamento Europeo, y Eduardo Arroyo, que también es escultor, escenógrafo y escritor, competían por la vacante de la escritora Ana María Matute, que será convocada de nuevo el año que viene.
La candidatura de Battaner (Salamanca, 1938), catedrática de Lengua Española de la Universidad Pompéu Fabra de Barcelona, fue presentada por Ignacio Bosque, Margarita Salas y Miguel Sáenz.
Tras el pleno, el secretario de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, dio a conocer el resultado de las votaciones y dijo que Battaner salió elegida sin problemas «en segunda votación», dado que era la única aspirante a la plaza de Pinillos, fallecido en noviembre de 2013.
Borrell y Eduardo Arroyo necesitaban un mínimo de 18 votos cada uno para salir elegidos, pero no alcanzaron el apoyo necesario, comentó el secretario.
Battaner se ha convertido en la undécima mujer en formar parte de la Real Academia Española en los tres siglos de esta institución.
La filóloga está convencida de que las mujeres «tienen mucho que aportar» a la Real Academia Española y por eso «hay que hacer esfuerzos en incorporarlas», señaló a Efe.
«El Diccionario’ de María Moliner es un buen ejemplo de lo que pueden aportar las mujeres al conocimiento de la lengua; es cambiar la mirada», dijo Battaner, a quien su elección como académica la ha sorprendido en Chile, país al que le gusta viajar, porque tiene «cuatro nietos chilenos».
Battaner considera «un honor» formar parte de la Real Academia Española, una institución que conoce bien.
La RAE fue fundada en 1713, pero las mujeres no empezaron a entrar en ella hasta 1979, cuando lo consiguió Carmen Conde, pero Battaner no es partidaria de establecer cuotas para acabar con esa desigualdad.
«Las cuotas desmerecen. Hay que luchar por salir de los lugares discretos, sin focos, en los que las mujeres nos albergamos y, en cambio, hacer en ellos hueco amplio a los varones. La frase de que ‘tras un gran hombre hay una mujer’ tiene que poder ser invertida; los casos en que esta frase se cumpliría son poquitos», comentó.
Con amplia experiencia en la investigación de proyectos lexicográficos y en la dirección de diccionarios, afirmó que en la RAE «conocen los defectos» que pueda tener el Diccionario académico.
Al ser una obra «cuya redacción inicial se hizo en los primeros cuarenta años del siglo XVIII, muchas voces no se han replanteado; las acepciones, las definiciones y el orden que toman en los artículos merecen reconsiderarse también», comentó Battaner.
Pero el Diccionario de la RAE tiene «el mérito de presentar veintitrés ediciones hechas bajo presupuestos comunes, lo que es un caso único en la lexicografía de las lenguas escritas», subrayó.
Además, «el número de consultas electrónicas» que recibe el Diccionario (más de cuarenta millones al mes) «y su credibilidad le exigen replanteamientos responsables».
Desde que empezó a dar clases en la Universidad de Salamanca en 1960, Battaner ha dedicado toda su vida a la enseñanza y está convencida de que «la educación de calidad es más efectiva que cualquier otra revolución».
Galardonada en el 2006 con la Medalla Narcís Monturiol de la Generalitat de Catalunya, Battaner ha dirigido numerosos proyectos lexicográficos y diversos diccionarios. Entre 1993 y 1999 fue decana de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad Pompeu Fabra y de 1988 a 1992 fue asesora lingüística de Televisión Española en el programa Hablando claro.