Los dos vocablos están compuestos por el adjetivo gentilicio guayaquileño, que se refiere a los naturales de Guayaquil y a todo lo que se relaciona con esta ciudad del Ecuador.
Los sufijos o morfemas -ismo y -edad, -dad aportan los significados de ‘actitudes, cualidades, tendencias y comportamientos propios del guayaquileño’.
Por lo tanto, aunque el uso indistinto de estos vocablos suele causar polémica entre escritores e historiadores, guayaquileñismo y guayaquileñidad aluden a la forma de ser (alegre, fiestero, guerrero, cívico, etc.) de los oriundos de esta urbe porteña, esto, por supuesto, analizado desde una arista lingüística.
Plural de los gentilicios awá y shuar
Según las normas ortográficas, los sustantivos y adjetivos que terminan en -a o en -o tónicas forman el plural con -s: de awá, awás; de buró, burós. Se exceptúan de esta regla los sustantivos faralá (volante o adorno de vestidos, cortinas y tapetes) y albalá (documento), que construyen el plural con -es: faralaes, albalaes. Asimismo se encasilla en esta excepción el monosílabo no cuando funciona como sustantivo: de no, noes.
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