Partamos de las características del sustantivo o nombre colectivo, que estando en singular se refiere a un grupo de seres vivos, también a un conjunto de cosas de una misma clase. De esta manera, al decir, por ejemplo, «profesorado» y «clero» se menciona, respectivamente, al cuerpo de profesores y al conjunto de clérigos.
Una concordancia estrictamente gramatical exige que el verbo concuerde con el nombre colectivo sin considerar el referente o complemento plural que lo acompaña y que establece la extensión del sujeto. Ejemplo: «Una bandada de golondrinas emigró hacia lugares cálidos».
Pero también es posible la concordancia en plural, apuntando a todos los elementos que conforman el grupo colectivo. Ejemplo: «Una bandada de golondrinas emigraron hacia lugares cálidos». Esta es una concordancia especial, que la Nueva gramática de la lengua española (NGLE) denomina concordancia ad sensum (conforme al sentido).
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