Algún parecido se vería allá entre una concha cerrada y el órgano sexual femenino, y por eso lo llamaron así; lo cual no es de extrañar, pues en España se usó y se usa el similar «almeja».
Por tanto, los americanismos «la concha de tu madre» y «la concha de tu hermana» encuentran una equivalencia clara en el español de España.
Mascherano usó esa segunda locución, y tuvo la desgracia de que ya estemos muy al tanto de esa equivalencia. Por el contacto con Argentina y por multitud de anécdotas. Por ejemplo, la ya conocida del académico y presidente del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, cuyo nombre escriben los diarios de aquel país solamente como «Víctor García».
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