En esta primera convocatoria celebrada el 12 y 13 de octubre, un total de once candidatos de niveles A2, B1 y B2 pasaron las pruebas en el Centro Cultural Español para la Enseñanza de Libia, centro acreditado por el Instituto Cervantes y que desde hace una década lleva a cabo acciones formativas además de actividades culturales junto a la embajada de España.
Hasta ahora, aquellos estudiantes que querían examinarse debían desplazarse cientos de kilómetros para llegar a la capital tunecina, por lo que el objetivo a medio plazo es abrir una oficina y, cuando la situación de seguridad lo permita, un centro que se una a los 88 que el Cervantes tiene distribuidos por todo el mundo.
Un año antes, este organismo lanzó un curso digital de 110 horas de estudio para actualizar de manera gratuita la metodología de 16 profesores originarios de Trípoli (oeste) y Bengasi (este) y que fue financiado con 30 000 euros gracias a un acuerdo tripartito junto a la embajada y la petrolera Repsol.
«La finalidad del curso fue la de actualizar conocimientos lingüísticos, culturales y pedagógicos, reflexionar sobre la metodología de la enseñanza del español y sus implicaciones en el aula de ELE (español como lengua extranjera) para el desarrollo profesional de los docentes y el apropiarse de nuevas herramientas para fomentar el aprendizaje en el aula», señaló el ente público en un comunicado.
Asimismo se felicitó por el dinamismo de las acciones destinadas a la divulgación del idioma y de la cultura que se ha alcanzado en Trípoli en los últimos 18 meses, que incluye ciclos de cine, exposiciones, espectáculos de flamenco y encuentros gastronómicos; y que sirve «como estímulo para que otras embajadas de otros países presentes en Libia comiencen a realizar actividades».
Pese a que la institución no dispone de centro oficial en Libia debido a la inestabilidad en el país —inmerso en un conflicto desde 2011 tras la caída del régimen de Muamar Gadafi— el interés por este idioma ha ido en aumento gracias al tirón de películas y series de marca española así como la expansión de empresas españolas que buscan personal calificado.