Balcells, pionera en la defensa de los derechos de autor de los escritores a los que manejaba representó, entre otros, a los máximos exponentes del boom latinoamericano, y entre ellos a varios premios Nobel como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa.
Vargas Llosa la recordó en el diario El País de España, del que es columnista, en un texto de despedida para quien también fue su amiga.
Así, el autor de La tía Julia y el escribidor, dijo de Balcells que «fue mucho más que una agente o representante de los autores que tuvimos el privilegio de estar con ella. Nos cuidó, nos mimó, nos riñó, nos jaló las orejas y nos llenó de comprensión y de cariño en todo lo que hacíamos, no sólo en aquello que escribíamos».
En Colombia, el director general de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Jaime Abello, también lamentó la desaparición de Balcells al definirla como «la otra escudera de Gabo».
Recordó, en su cuenta de Twitter, que la agente fue también escudera de «tantos grandes autores» de la lengua española, por lo que deja «una huella imborrable» en la literatura universal.
Por su parte, la directora de la Biblioteca Nacional de Colombia, Consuelo Gaitán, señaló a Efe que Balcells «puso a escritores latinoamericanos en el panorama no solo europeo sino universal» y aseguró que «tal vez (fue) la más importante persona para la difusión de Gabo».
Asimismo, el escritor mexicano Jorge Volpi aseguró a Efe que con el fallecimiento de Balcells dejó de existir una mujer capital para el desarrollo de la literatura en el idioma español, «por su visión de cómo volverla internacional» y agregó que «fue una de las (…) imprescindibles para que el boom tuviera la resonancia que tuvo, una mujer admirable».
Carmen Balcells, quien nació en Santa Fe de Dalt, un pueblo de la provincia de Lérida (noreste de España), el 9 de agosto de 1930, fue recordada hoy también en el Río de la Plata por la Asociación General de Autores del Uruguay (Agadu) que la consideró «importantísima» para la proyección internacional del oriental Juan Carlos Onetti.
Gracias a ella, la obra de Onetti empezó a tener «además de valor, precio», dijo a Efe el asesor cultural de la asociación, Ignacio Suárez.
«Ella fue muy importante para esa proyección internacional que hasta entonces no había tenido Onetti. Las veces que hablamos con él, lo reconocía. Su literatura comenzó a tener además de valor, precio, un peso internacional, tan difícil de lograr en un mercado tan chico como el nuestro (el uruguayo)», añadió Suárez.
Balcells, a quien el periódico francés Le Monde describió como «astuta como una campesina y generosa como una madre de familia», ha sido hoy tendencia en Twitter donde escritores y editores expresaron su pesar en 140 caracteres, muchos menos de los que su vida y su obra merecen.
«Muere Carmen Balcells la “Mamá Grande”, la agente que transformó el mundo de los derechos editoriales y descubrió a grandes autores», decía en su cuenta de Twitter la responsable de Roca Editorial de España, Blanca Rosa Roca.
Y en Paraguay, la directora de la editorial Servilibro, una de las más importantes de Paraguay, Vidalia Sánchez, destacó el papel de Balcells, como representante de Augusto Roa Bastos, el más grande de los escritores paraguayos.
«Balcells fue en parte artífice del reconocimiento internacional de Roa Bastos, porque propició que su obra se tradujera a varios idiomas, ya que tenía contactos por todo el mundo y promocionaba sus obras muy bien», dijo a Efe la editora paraguaya.
Así pues, el mundo de las letras hispanoamericanas recuerda a quien representó, entre otras, a las plumas de Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Pablo Neruda, Vicente Aleixandre, Miguel Ángel Asturias, Camilo José Cela, Augusto Roa Bastos, John Le Carré, Ana María Matute, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Juan Goytisolo, Alfredo Brice Echenique, Isabel Allende y José Luis Sampedro.
Todos ellos autores que recordarán y contarán siempre la vida de la «Mamá Grande Balcells», para que «ninguno de los incrédulos del mundo se quede sin conocer la noticia de la Mamá Grande, que mañana miércoles vendrán los barrenderos y barrerán la basura de sus funerales, por todos los siglos de los siglos», como escribió su amigo Gabo.