Lo hacen gracias a un convenio pionero firmado entre esta entidad e Instituciones Penitenciarias que este martes han presentado en la sede del Cervantes su director, Luis García Montero, y el secretario general de Prisiones, Ángel Luis Ortiz.
Treinta alumnos reciben formación estos días y seguirán haciéndolo en noviembre para actualizar sus métodos en la enseñanza de la lengua española en los centros penitenciarios.
Ortiz ha explicado que los destinatarios de estos cursos son profesores dependientes de las comunidades autónomas que trabajan en las cárceles, funcionarios de la Administración Penitenciaria y voluntarios de entidades colaboradoras.
Durante dos días —este lunes y martes— estos alumnos comparten conocimientos, experiencias y prácticas y reflexionan sobre las técnicas de enseñanza del español. En noviembre evaluarán durante otros dos días la metodología y analizarán posibles mejoras.
Un aprendizaje que pondrán en práctica con los reclusos que se han apuntado a las clases de español en las prisiones y que permitirán a los internos acceder a las pruebas para adquirir el diploma de esta lengua.
En su intervención, Ortiz ha destacado que esta iniciativa surgió de una llamada de García Montero. «No suele ser habitual que nos llamen para hacer proyectos dentro de las prisiones, porque no todas las actividades que hace la Administración Penitenciaria son bien entendidas por la sociedad», ha apuntado.