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| Ana Mendoza (Agencia EFE)

Francisco Moreno narra la historia del español, una lengua libre y mestiza

Contar para el gran público la evolución de la lengua española a través de los siglos no parece tarea fácil, pero Francisco Moreno lo consigue en su libro La maravillosa historia del español, centrado en la vida lingüística y social de este idioma, que siempre fue «una lengua libre y mestiza».

De la libertad con que el español ha avanzado siempre y de ese mestizaje que le ha permitido enriquecerse con aportaciones de «todo lo que iba encontrando» hablaba hoy el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, al presentar este libro junto con Moreno, catedrático de Lengua Española de la Universidad de Alcalá de Henares.

A pesar del calificativo de «maravillosa», el libro «no es un relato complaciente» de la lengua española. Se narran los principales hitos pero se le presta atención a la «historia menuda» de la que hablaba Azorín, y se tiene más en cuenta el lenguaje popular que el oficial, aseguró el autor.

«En este libro hay prelados, reyes, rectores, pero también hay muchachos, labradores, funcionarios, maestros, criados, soldados y gauchos. Y hay borrachos, pícaros, sinvergüenzas y hasta periodistas», señaló Francisco Moreno, exdirector académico del Instituto Cervantes.

Pero el citado adjetivo está justificado, porque la historia del español «admira y sorprende a quienes a ella se acercan. Y está repleta de rasgos, hechos y circunstancias que merecen calificarse de “maravillosa”», afirma en la introducción Moreno, director ejecutivo del Observatorio de la lengua española en Estados Unidos, centro del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard.

«La historia de la lengua española es maravillosa, porque es una historia de libertad», aseguró García de la Concha, antes de comentar que, desde sus comienzos, este idioma «nace libre porque no obedece a la evolución de las leyes latinas». Y luego se hizo «inmensamente mestizo», permeable a los distintos elementos que iba encontrando en su avance, tanto en España como en América.

Y fue en América donde, a partir de 1492, la expansión del español se hizo «en diálogo estrecho con las lenguas indígenas».

Tras las independencias americanas parecía que la lengua «iba a naufragar», pero no fue así, entre otras razones porque los líderes americanos se dieron cuenta de que «sólo podían cohesionar el grupo humano de cada región mediante una lengua común: el español», dijo el director del Cervantes.

Publicado por Espasa, una editorial que, según explicaba hoy su directora general, Ana Rosa Semprún, ha alcanzado «gran éxito» con la colección dedicada al español que edita en colaboración con el Cervantes, el libro de Moreno está «muy documentado», pero su contenido está narrado «en plan de aventura novelesca».

Y es que, comentó Moreno, desde el principio los editores le «prohibieron» utilizar palabras como fonema o sintagma, porque se trataba de escribir una obra «divulgativa».

El libro bebe de historiadores de la lengua como Rafael Lapesa, pero está a mitad de camino entre Los 1001 años de la lengua española, de Antonio Alatorre, y El espejo enterrado, de Carlos Fuentes. «Curiosamente», ambos autores son mexicanos, indicó Moreno.

Para hacer accesible la lectura, el autor ha introducido personajes de cada una de las épocas. Desde Fernán González, Antonio Nebrija, José Martí, Andrés Bello o María Moliner hasta doña Carmelita la Yerbera, Mercedes Sosa o Mario Moreno, Cantinflas.

También, el lector encontrará en cada capítulo dos palabras representativas de cada etapa: guerra, fuero, ajedrez, arroba, alcahueta, pícaro, botarate, gaucho, ballenato, zócalo, jíbaro, robot e informática son algunas de ellas.

Al contar la historia del español, el autor refleja el papel de academias, universidades y cancillerías, pero «también se habla de compraventa, traiciones, de inmigrantes y emigrantes, de guerras, de enfermedades, de amistad y de amoríos».

«La lengua la fraguamos entre todos y entre todos la hemos hecho grande y la hemos convertido en algo que está muy por encima de provincias, regiones y naciones», aseguró Moreno.

El autor no se limita a hablar del español en España, sino que cuenta la evolución de la lengua en todos los territorios en los que se habla, «desde Extremadura hasta la Patagonia, desde Chicago hasta el Pacífico».

«Tal vez sea esta una de las historias más americanas de la lengua española», afirmó Moreno, para quien su libro es también «una llamada a la responsabilidad de cuantos hablamos esta lengua», para «enriquecer, y no empobrecer, ese patrimonio».

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