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Agencia EFE

Felipe VI: «El siglo XXI debe ser el siglo del español»

«El siglo XXI debe ser el siglo del español», ha asegurado el rey al inaugurar este lunes en Cádiz el IX Congreso de la Lengua Española, el foro más importante de debate sobre el idioma, en el que ha conminado a preservar, cuidar e impulsar una lengua que es «uno de nuestros grandes patrimonios».

Con estas palabras Felipe VI, acompañado de la reina, ha inaugurado este mediodía en el Gran Teatro Falla de Cádiz el IX Congreso de la Lengua (CILE) que, bajo el lema «Lengua española, mestizaje e interculturalidad», reúne hasta el próximo jueves 30 a unos 300 expertos internacionales para analizar los retos de un idioma que comparten casi 500 millones de hablantes nativos.

Una sesión inaugural en la que han participado además el director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el alcalde de Cádiz, José María González, y los escritores Sergio Ramírez, Soledad Puértolas y Elvira Lindo.

«Esta es la hora del español, con todas sus voces, sus giros y matices, con todos sus acentos, con toda su riqueza y diversidad. No dejemos pasar la oportunidad que la historia nos pone por delante. El siglo XXI debe ser el siglo del español. Hagámoslo posible», ha afirmado el monarca.

El rey ha explicado cómo los congresos de la lengua han llegado a ser parte fundamental de la política de promoción internacional de la lengua y la cultura españolas y se trata del acontecimiento más relevante del idioma español y también, en buena medida, el lugar donde se han sentado las bases de la política lingüística panhispánica.

Con la potencia y la fortaleza del idioma y cuando se está abriendo un horizonte nuevo para la humanidad, «tenemos la oportunidad de que nuestra lengua además de universal —y más trascendente quizás ahora en estos tiempos— sea cada vez más global».

Tanto Felipe VI como el resto de los intervinientes en el acto han tenido palabras para Perú, cuya ciudad de Arequipa era la sede inicial del congreso que tuvo que trasladarse a Cádiz por los problemas políticos y sociales del país andino: «Por supuesto deseamos que Perú sea sede» de un próximo congreso de la lengua, ha indicado el rey.

También José Manuel Albares ha recordado a Perú y ha considerado que este congreso es un gran momento para la visibilidad del español, el idioma materno para 500 millones de personas que se convierten en 600 millones si se trata de hablantes no nativos, y que conforman «uno de los pocos idiomas globales del planeta».

Un idioma «cada vez más protagonista en la diplomacia y las relaciones internacionales», ha indicado Albares, que ha dicho que sobre todo el español es un idioma de futuro, que «no puede quedarse atrás y debe colocarse en el corazón mismo de la inteligencia artificial».

El director de la RAE ha señalado que esta institución y sus «academias hermanas» del otro lado del Atlántico han recibido «la más hermosa de las herencias»: cuidar y enriquecer un idioma y «mantener lejos» a quienes pretenden «arrebatar al pueblo sus derechos exclusivos sobre la creación y la transformación del lenguaje».

Por su parte, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha explicado cómo se trata de un viaje de ida y vuelta entre Arequipa y Cádiz y ha indicado que la lengua española es un territorio común «de lo uno y lo diverso» que ha mantenido a lo largo de los años su unidad mientras respeta los matices de sus millones de hablantes.

El alcalde de Cádiz ha dado la bienvenida a los congresistas con palabras «que cuentan Cádiz»: «Estén al liquindoy, aprovechen la collá y la conviá, y disfruten bien del tangai para que cuando les toque guasnajarse puedan decir con tranquilidad y orgullo que este congreso ha sido un bastinazo».

Mientras, el presidente andaluz, Juanma Moreno, ha agradecido que se haya escogido Andalucía como escenario para reflexionar sobre una lengua que es «un inmenso mosaico, lleno de teselas» de matices y colores y que es «un repertorio inagotable» de «oportunidades» y de «futuro».

De la lengua y el exilio ha hablado el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes, al que el gobierno de Daniel Ortega ha despojado de su nacionalidad: «La mía es una lengua sin fronteras, que nadie puede quitarme y de la que nadie puede desterrarme, la lengua, que es mi patria», ha recalcado.

La escritora Elvira Lindo ha reivindicado la riqueza del español a través del «inmortal patrimonio literario de la lengua» que guardan las nanas, ripios, refranes y dichos que se despliegan en las casas y calles, en una «oralidad resistente». «No toda la poesía está escrita».

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