«Tenemos que ir a una sociedad trilingüe en la que los individuos hablen su idioma nativo, el inglés y el español», asegura el Alto Comisionado, que explica, a falta de que se apruebe el Real Decreto que lo desarrollará, algunas de las claves del encargo que le ha hecho el Gobierno de defensa del idioma.

En esa tarea, afirma, el objetivo no debe ser competir con el inglés, que es «la lingua franca», como en su momento lo fue el latín, sino convertirse en el idioma «importante» para el conocimiento: «Ahí sí queremos ser líderes», reclama.

El latín, compara, fue el idioma «de media Europa» por el poder que tuvieron los romanos, y el español «se habla de norte a sur del mundo por la época en la que España era un imperio» que buscaba expandirse más allá de sus fronteras: «Somos parte de una comunidad de hispanohablantes. El español es un idioma poliédrico, nacido de la alianza de muchos países».

En su cometido entiende como sustantiva la labor de la Real Academia Española (RAE) y del Instituto Cervantes aunque esperará a que se apruebe, «en breve», el Real Decreto que regulará la estrategia anunciada por Mariano Rajoy sobre la promoción del español, para concretarla.

En cualquier caso, dice, el proyecto, que supone que el Alto Comisionado para la Marca España añadirá a su nombre las palabras «y la Promoción del Español», tanto la RAE como el Cervantes serán «protagonistas principales».

Si a la primera corresponde «mantener la unidad del idioma», la segunda «lo promociona en los países donde no se habla», sintetiza Espinosa de los Monteros (Madrid, 1944).

«Será la misma tarea esencial que tienen ahora; la misma coordinación que desempeñan pero enriquecida con la participación de todos los demás», señala el Alto Comisionado en referencia al Consejo Asesor que contempla el plan, una iniciativa «a largo plazo y con vocación de continuidad».

De ese Consejo Asesor formarán parte todas las instituciones que tienen responsabilidad en el proyecto El español, lengua global, es decir la RAE, el Cervantes, y los ministerios de Educación, Cultura y Deporte y Asuntos Exteriores y la Secretaría de Estado para Iberoamérica, entre otros.

«Se trata de defender el español como política de Estado. El Consejo Asesor definirá la estrategia para que el español sea una lengua viva, universal y presente en muchos países», precisa.

El español, recalca, «seguirá creciendo por razones demográficas» y de los 570 millones de hispanohablantes actuales se pasará probablemente a 700 millones en 30 años, pero «conviene defender su papel en el contexto internacional».

La segunda lengua más hablada del mundo, subraya, es también la segunda más utilizada en internet pero, «lamentablemente», solo produce el 8 % de los contenidos.

«Hay que aspirar a que el español tenga más peso en las organizaciones internacionales pero no se trata de competir con el inglés», ha insistido Espinosa de los Monteros, que ha añadido que Marca España «interactúa» con la promoción del español, en el sentido de que «cuanto más fuerte sea una más fuerte hará al otro».

En cuanto a una de las iniciativas contenidas en el proyecto, la de la creación de un Erasmus iberoamericano, solo ha querido señalar que en el futuro «se verá su amplitud e importancia».

El proyecto también contempla la designación de embajadores del español, que serán «personalidades con presencia y reconocimiento mundial», al igual que ya tiene Marca España.

Con sus nuevas funciones, el Alto Comisionado mantiene su dependencia funcional del presidente del Gobierno y orgánica de Exteriores.