La nueva Ortografía académica aclara muy bien que el nombre de la letra no tiene que ver con los distintos sonidos que representa; nos recomienda que desechemos esta distinción de nombres y determina, por coherencia con lo que ocurre con otras letras, que su nombre es único: erre. Así tendremos que deletrear res como erre-e-ese y aro como a-erre-o. Prueben a hacerlo correctamente también cuando mencionen algunas siglas muy habituales: una ARS es una a-erre-ese; una ARL es una a-erre-ele.
No crean que esto se queda aquí. Cuando formamos una palabra compuesta valiéndonos de un prefijo y una palabra simple que empieza por erre pueden producirse dos casos curiosos ortográficamente.
Si en la palabra compuesta resultante el sonido vibrante múltiple queda en posición intervocálica debe representarse, según la regla, con el dígrafo rr: contrarreforma, virreina.
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