«Voy a hacer todo lo que pueda para abrir un Instituto Cervantes en Kazajistán lo antes posible o, al menos, un centro que lleve el nombre de Cervantes para los alumnos de español», dijo el diplomático español tras la ceremonia.
Esta iniciativa secundará la labor del Centro de Lengua Española Ruy González de Clavijo, que fue inaugurado en 2015 en la Universidad Nacional Euroasiática Lev Gumiliov de la capital kazaja.
Según Carriedo, el año pasado, la embajada emitió alrededor de 200 visas a estudiantes kazajos interesados en aprender español.
El diplomático español, que enfatizó las «excelentes relaciones políticas, comerciales y económicas» bilaterales, apostó también por incrementar el volumen de las inversiones entre ambos países.
«Pretendemos incrementar estos indicadores atrayendo empresas españolas en el campo de la agricultura, las tecnologías verdes, la digitalización. El turismo puede convertirse en otra área de cooperación prometedora», explicó, para lo que ambos países trabajan para abrir vuelos directos y facilitar el régimen de visas.
A finales de 2017, el volumen de negocios entre los dos países ascendió a 1750 millones de euros —indicó— y destacan las importaciones de petróleo kazajo y las exportaciones españolas de textil e ingeniería mecánica.
Además, el diplomático español anunció que los ministros de Exteriores de Kazajistán y España, Kairat Abdrakhmanov y Josep Borrell respectivamente, se reunirán en Madrid en diciembre para reforzar las relaciones comerciales y de inversión.
Por su parte, durante la ceremonia, Nazarbáyev catalogó a España como «un socio estratégico» y recalcó los acuerdos alcanzados en el campo de la economía y la industria.
Durante la ceremonia, también entregaron sus cartas credenciales los embajadores de Eslovaquia, Milan Kollar; China, Zhang Xiao; la Unión Europea, Sven-Olov Karlsson, e Israel, Liat Vekselman.