Quien escuche el término pana de labios de un puertorriqueño puede pensar que se refiere al tejido grueso que en otras latitudes se usa en el invierno, pero en la isla es como se designa a un amigo, señaló hoy a Efe la directora del proyecto, la lingüista Maia Sherwood Droz.
«El objetivo de llevar a internet Tesoro.pr es poner la información disponible a todo el mundo», apuntó Sherwood, quien ha encabezado el largo proceso que supuso trasladar a la red las 19 333 palabras y giros del español de Puerto Rico recogidos en papel.
El diccionario electrónico recoge el Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico (Plaza Mayor), una obra de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española realizada por las doctoras María Vaquero y Amparo Morales en 2005.
La Academia Puertorriqueña de la Lengua Española presentará el próximo jueves en sociedad, en su sede del Cuartel de Ballajá, este diccionario electrónico que, como señala Sherwood, lo convierte en punto de partida para una nueva etapa en la lexicografía puertorriqueña y que se suma al valor que aporta la obra impresa.
La necesidad de amoldarse a los tiempos empujó a la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española a dar el salto y llevar a internet lo que Sherwood define como un auténtico tesoro de miles de palabras del castellano que se habla en la isla caribeña.
«Son palabras y giros recogidos mayoritariamente durante el siglo XX, todos característicos del español de Puerto Rico, lo que no quita que algunos puedan encontrarse en otros territorios de América y en especial en países hispanohablantes del Caribe», matizó la lingüista.
Definió el Tesoro.pr como un diccionario de diccionarios que reúne en un mismo sitio 60 fuentes sobre el vocabulario puertorriqueño escritas en su mayoría en el siglo XX.
El español de Puerto Rico, una de las variantes locales del hablado en el Caribe, tiene palabras que, quizás, suenen totalmente desconocidas o tengan otro significado en otras áreas con las que comparte el idioma de Cervantes, como plumero, utensilio de limpieza que en la isla tiene otras acepciones.
El Tesoro.pr señala que plumero es la ‘jaula donde se ponen los gallos a emplumar’, mientras que su segunda acepción es la de ‘homosexual’.
Pocos, quizá, sepan fuera de Puerto Rico que conuco es un huerto o la ‘labranza de los indios, compuesta de maíz, yuca, ajes, frutales y batatas’.
El diccionario en la red cuenta con campos temáticos curiosos que ayudan en la búsqueda, como el de la prostitución, que recoge palabras o expresiones como carne fresca para designar a una prostituta que se inicia en el oficio o cohete quemado, cuando se trata de una de edad avanzada.
El Tesoro.pr recoge también en el ámbito sexual palabras como friquear, referida al acto carnal, o mocongó, para designar al pene.
El tiempo atmosférico es uno de los muchos apartados temáticos incluidos; en él aparecen términos como barruntar, palabra que el diccionario señala que es utilizada para anunciar mal tiempo u observar señales o indicios de lluvia.
Casar las brujas se utiliza para referirse al momento en que llueve y al mismo tiempo hace sol, mientras que un día foguero es uno de mucho sol.
La lista es interminable e incluye términos tan característicos como galamoroso para definir a una persona encantadora o fascinante, o el popular zafacón, para designar un cubo de la basura.
El Tesoro.pr incluye el trabajo de los principales lexicógrafos de Puerto Rico del siglo XX, desde Augusto Malaret hasta Amparo Morales, así como casi una veintena de tesis de lingüística dedicadas al habla de los municipios.
Las fuentes anteriores al siglo XX son escasas, en concreto la Historia de Iñigo Abbad y Lasierra, de 1788, y El Gíbaro de Manuel Alonso, de 1849.
El Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico y su versión en internet constituyen un trabajo de lexicografía descriptiva, en ningún caso normativa, que recoge los usos léxicos del español puertorriqueño sin hacer recomendaciones de utilización.
Los autores consideran al Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico el tercero de su tipo publicado en español, después del Tesoro lexicográfico del español de Canarias (1992) y el Tesoro léxico de las hablas andaluzas (2000).