Académicos y lingüistas consultados por Sinc dudan de las posibilidades de supervivencia de esta palabra en la lengua castellana.
«Dos borrachos en un bar y le dice uno muy serio al otro: ¡Eres un fistro! Trabajas menos que el sastre de Tarzán, ¡cobarde!». Así empezaba el primer chiste que Gregorio Esteban Sánchez, más conocido como Chiquito de la Calzada, contó en 1994 durante su debut televisivo. Era la primera vez que España escuchaba una palabra que sería repetida durante años sin que nadie supiera qué significaba ni de dónde había salido. Ahora que el humorista malagueño nos ha dejado, ¿desaparecerá también su fistro?
Varias campañas de Change.org ya piden la inclusión de fistro en el diccionario de la RAE, pero los expertos consultados por Sinc dudan que sobreviva. «Es muy difícil que una palabra de este tipo entre en la lengua, aunque no significa que sea imposible», asegura Javier Bezos, uno de los miembros de la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA). «Depende de que pase de una generación a otra, algo que en este caso no parece que esté ocurriendo».
«Creo que será difícil la supervivencia de fistro porque está muy ligado a un origen y un contexto muy concretos, que cada vez resultan más lejanos y extraños a los hablantes, en especial a las nuevas generaciones», explica a Sinc el sociolingüista Francisco Moreno, que es director del Instituto Cervantes en la Universidad de Harvard (EEUU).
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