Así lo indicó el presidente de Telefónica en una intervención durante el VIII Congreso de la Lengua que inauguraron hoy en la ciudad argentina de Córdoba el rey de España Felipe VI y el presidente de Argentina, Mauricio Macri.
Hay que entender «cómo se está fraguando la lengua sintética con la que ya nos relacionamos» cuando preguntamos al asistente de voz las noticias del día, el tiempo, la información del tráfico, el resultado de un partido de fútbol, al usar las aplicaciones de mensajería, o al traducir textos usando traductores digitales, dijo Álvarez-Pallete.
Tras el chino, el español ocupa la segunda posición y es hablado por 480 millones de personas como primera lengua, superando en un 20 por ciento en número de hablantes al inglés.
Pero, en contenidos digitales «el español cae a la cuarta posición y el inglés sube a la primera, con un peso diez veces mayor que el de nuestro idioma», señaló el presidente de Telefónica.
Y además, el español está expuesto a otros «riesgos», dijo. Y es que cuanto menos precisos, más erróneos o menos relevantes sean los datos con los que aprende a hablar una inteligencia artificial, «más errores, limitaciones o incluso sesgos se incorporarán en el lenguaje sintético», advirtió Sánchez-Pallete.
«Esto supone una amenaza para el futuro de nuestra lengua que no podemos ignorar si queremos asegurar el uso del español por futuras generaciones», recalcó.
El presidente de Telefónica analizó también cómo los errores del lenguaje se extienden a gran velocidad y cómo la inteligencia artificial aprende de ellos.
Así, puso ejemplos usados en España como cocreta, que aparece en casi ochenta mil referencias de búsquedas; el uso erróneo del imperativo del verbo decir, decirlo, que arroja más de dos millones de resultados, mientras que su forma correcta, decidlo, muestra algo más de tres mil.
Las abreviaturas e imprecisiones al usar aplicaciones de mensajería popularizan el uso de incorrecciones ortográficas o gramaticales, dijo el Álvarez-Pallete.
Y también los «sesgos culturales de género» están presentes en las búsquedas en internet: si un usuario escribe surgeon en inglés, el resultado habitual del traductor es cirujano, en masculino; si el usuario escribe nurse, el resultado será enfermera, en femenino; si teclea engineer, aparece ingeniero, en masculino y si escribe nanny, el resultado será niñera, en femenino, algo que no se puede aceptar, dijo.
Respecto al impacto que tienen los procesadores de texto más comunes en la configuración del nuevo lenguaje sintético y su impacto en el uso correcto de la lengua, subrayó que muchos de estos procesadores «fallan al reconocer palabras correctas» y, además, cuando esto sucede, «proponen corregirlas y sustituirlas, dando lugar así a un empobrecimiento y adelgazamiento del léxico, y este es el momento de abordarlo, ya que en los próximos años cientos de millones de máquinas hablarán español».
Ante esta situación, subrayó el papel esencial de la Real Academia de la lengua e insistió en que la «la lengua sintética aprende y tenemos herramientas, conocimiento y expertos para enseñarla como es debido».
Y así respondió a la pregunta que planteó al principio de su intervención: «¿Qué hace una empresa tecnológica en un evento como este?».