En declaraciones a Efe, el director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, ha asegurado que estos trabajos comenzarán en cuanto todas las academias revisen el modelo de planta diseñado estos días por una Comisión Interacadémica de las cuatro zonas en que se divide el uso del español en el mundo.
Durante dos años se ha elaborado un modelo de trabajo al que ahora se han añadido algunos matices, por lo que se someterá a la valoración de las veintitrés academias de la lengua, después se probará su funcionamiento con las primeras 500 palabras y, si todo responde adecuadamente, se iniciarán los trabajos del nuevo diccionario.
Aunque no ha querido hacer una estimación de la fecha en la que podría estar listo el nuevo diccionario, el presidente de la RAE ha recordado que la XXII edición del diccionario se editó en 2001 y la XXIII en 2014, aunque ha expresado su confianza en que el periodo hasta la XXIV no sea tan largo.
Villanueva ha insistido en que el nuevo diccionario será el primero concebido como digital, lo que permitirá aumentar el contenido de la edición de 2014, que contaba con 93 000 lemas.
También se hará un esfuerzo importante dirigido a que su contenido sea más abierto y representativo del español que se habla en todo el mundo, una tendencia que confirma la línea iniciada ya en anteriores ediciones, aunque de manera más tímida.