Noticias del español

| Víctor Hurtado Oviedo (La Nación, Costa Rica)

El lingüista Fernando Díez, buen aristócrata

Don Fernando Díez no deseaba que lo notásemos, pero, cuando recordaba el Valladolid de su infancia, se ponía más sentimental que un trío de boleros.

A cierta edad, la infancia es el paraíso perdido donde ansiamos perdernos si fuimos felices; y, si no, para intentarlo de nuevo. Ponerse sentimental de adulto es hacer planes para la propia infancia.

Fernando se acordaba entonces del Campo Grande, del monumento a José Zorrilla y de la fuente amplia y hermosa, y circular como un reloj de sol para que el propio Sol se lance al mediodía.

[…]

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