La primera diaconisa de la era moderna fue Florence Li Tim Oi, ordenada en 1944 en la iglesia anglicana de Macao, China. Su ordenación fue precipitada por la guerra.
Una vez terminada la contienda, Florence fue marginada de su oficio tradicionalmente ejercido por hombres, hasta 1971, cuando ya se había abierto definitivamente la puerta al clero femenino en la Iglesia anglicana. En la década del 80 en EE. UU., y en la del 90 en el Reino Unido, varias diaconisas pasaron al siguiente grado del sacerdocio, el de sacerdotisas. Años después, algunas llegaron a la categoría de obispas, como la controvertida Mary Glasspool, lesbiana declarada.
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