El 84 % de encuestados en Holanda, el 81 % en Hungría y el Reino Unido, el 69 % en Alemania, el 70 % en Japón y Estados Unidos, el 69 % en Australia, el 62 % en España o el 59 % en Canadá consideran que hablar la lengua común es la esencia de la identidad nacional.
Por el contrario, tan solo un 13 % de australianos, un 21 % de canadienses, un 32 % de estadounidenses y un 33 % de europeos creen que es muy importante haber nacido en un país en concreto para ser considerado un verdadero ciudadano de él.
Húngaros (52 %), griegos y japoneses (50 %) son los que más valor dan al lugar de nacimiento, mientras que suecos (8 %), alemanes y australianos (13 %) los que menos.
El estudio también indagó sobre la influencia de las costumbres y tradiciones en la formación de la identidad nacional, algo a lo que los encuestados dieron más relevancia que al lugar de nacimiento pero menos que al idioma.
El 54 % de canadienses, el 50 % de australianos, un 48 % de europeos, el 45 % de estadounidenses y el 43 % de japoneses asoció la identidad nacional con la adopción de las tradiciones.
El Centro de Estudios Pew realizó el estudio mediante 14 514 encuestas a ciudadanos de catorce países entre el 4 de abril y el 29 de mayo de 2016.