Martín, que ha trabajado en Argentina en series como High School Musical (en las versiones argentina y mexicana), Rebelde Way o Lalola, participó hoy en la mesa redonda sobre series de televisión, organizada en el marco del seminario internacional El español de los jóvenes que se celebra en la localidad riojana de San Millán de la Cogolla.
En su país «las series de jóvenes son más vistas por niños» y en muchas ocasiones, subrayó «están hechas para vender productos de marketing porque Argentina, tras la dictadura y diez años de liberalismo, está muy dormida».
Además, «los jóvenes no tienen interés en integrarse en las propuestas que les damos, son antisistema, y no me parece mal, pero las televisiones deberíamos tratar de acercarnos a ellos», añadió.
A diferencia de lo que sucede en México, según lo explicado por el guionista mexicano Benjamín Cann en el mismo acto, en Argentina «en las series empleamos un lenguaje muy naturalista, usamos muy malas palabras y en la imagen (usamos) un realismo casi pornográfico».
De hecho, Martín explicó que, aunque hay un ente que regula y «censura» los contenidos de las series de televisión, también de lenguaje, «no le hacemos caso, las empresas prefieren pagar multas que usar un lenguaje neutro».
Otra característica de las series argentinas es que «a veces nos exigen contar las cosas al estilo de Estados Unidos, perder nuestra propia identidad».