La discusión que damos aquí es sobre el lugar de las palabras en la política, y para ello nos inscribimos en la tradición teórico social, teórico política que dice que las palabras no son una añadidura, un agregado a una vida material independiente, sino que forman parte de la materialidad de la vida social y política, y son productivas, crean realidades», resume el sociólogo e investigador Gabriel Vommaro y habla del Diccionario del léxico corriente de la política argentina. Palabras en democracia (1983-2013) , producto de un proyecto interdisciplinario que coordinó junto a la lingüista Andreína Adelstein, con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y la Universidad Nacional General Sarmiento (UNGS).
El proyecto, surgido en 2008, se agitó hacia el interior de un grupo de investigadores del Instituto de Desarrollo Humano de la Universidad, cuenta Adelstein, que integraba junto a Vommaro y Eduardo Rinesi, entre otros. Ellos comenzaron a interrogarse sobre frases y términos emblemáticos de las distintas etapas, desde el retorno a la democracia. «La idea era hacer un repertorio del modo en que el lenguaje político decía algo sobre el ciclo político argentino reciente», comenta Vommaro y agrega que fue Adelstein y el equipo del área de ciencias del lenguaje quienes dieron una forma más esquemática a la idea, que se materializó, luego, en el diccionario.
«Lo primero que hicimos fue ver qué tipo de diccionario queríamos. Pensábamos que tenía que ser un diccionario no especializado sino para el gran público y que tuviera una doble mirada, la de la política y la del cambio lingüístico. Para ello señalamos ‘palabras testigo’, es decir, palabras que representaran momentos determinados del lapso, que clasificamos según los períodos presidenciales y a partir de áreas temáticas», detalla Adelstein.
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