Los más optimistas lo ven como un billete de clase preferente para encontrar empleo en el mundo, debido a los más de 500 millones de personas que lo hablan, aunque muchos de los estudiantes no lo necesitan a la postre para encontrar trabajo en el mercado local.
«El castellano se utiliza mucho por el mundo. Si pudiera utilizarlo bien, tanto en la expresión oral como la escrita, me ayudaría a trabajar como mediadora en negocios internacionales», dice a Efe Sarita, una estudiante tailandesa.
Sarita estudia en la escuela de secundaria Triam Udom Suksa, uno de los primeros centros que incorporó el castellano hace 6 años a sus programas de estudios y que ahora tiene 75 estudiantes de español.
La mitad de los alumnos que se han graduado en esta escuela prosiguieron sus estudios de español en varias universidades tailandesas —como Chulalongkorn, Thammasart, Kon Kaen, Ramkamhaeng— o en países como México y España.
Sin embargo, la oferta de trabajos que requieran conocimientos de español es todavía limitada en Tailandia, donde la demanda del chino y del japonés domina el mercado laboral.
Por la dificultad de encontrar trabajo, la red de los graduados y los estudiantes con licenciatura de español de las universidades tailandesas fundó un grupo en Facebook llamado «Ofertas de trabajos de español».
En la red social comparten ofertas de trabajos, becas para estudiar en países hispanohablantes y publicaciones de eventos culturales de España y de Latinoamérica.
Con una media de 10 ofertas de trabajo publicadas al mes para los 1081 miembros del club, la competencia es muy alta.
La mayoría de las ofertas laborales son del sector de turismo, así como en las embajadas de países hispanohablantes, empresas internacionales y trabajos de traducción.
La opción más difícil es llegar a ser docente universitario, ante la escasez de plazas.
Thipatai «Peck» Chaisorn, un empleado en la recepción de un hotel que estudió español, cree que cada vez hay más turistas de España y América Latina en Tailandia, lo que favorece que en el futuro haya más ofertas de trabajo.
En su empleo, saber español es opcional, pero Peck tuvo suerte, ya que le pagan una prima por hablarlo, y puede practicarlo casi todos los días con los clientes hispanohablantes.
«Lo importante es que nunca he dejado de mejorar mi español», afirma Peck, quien estudió español en la Universidad de Thammasat, en Bangkok.
En el futuro, sueña con trabajar como periodista en alguna agencia tailandesa que informe de la liga de fútbol de España, de la que es forofo.
Lo español es conocido en Tailandia sobre todo por el fútbol, con los rostros de jugadores habitualmente en los anuncios del metro, o el flamenco, que el público puede escuchar casi cada año en el festival internacional de música y danza de Bangkok.
También se celebran festivales de cine español y latinoamericano con asiduidad en la capital del país, e incluso hay una conocida actriz y modelo, Rasri Balenciaga, que es española-tailandesa.
Aparte de modas, los estudiantes realmente interesados pueden aprender el castellano en los cursos y licenciaturas en varias universidades de la capital tailandesa y otras ciudades como Kon Kaen.
«Las asignaturas que ofrecemos son variadas: gramática, traducción, lingüística, civilización, cultura, español con fines específicos como el negocio o el jurídico», señala Sukij Poopuang, profesor de español en la Universidad de Chulalongkorn, en Bangkok.