«El español es la moneda única de la América que habla español y de una gran parte de Iberoamérica. Es el euro de la América hispana y del mundo iberoamericano», subrayó García Delgado, quien está en Santiago para participar en la segunda edición del encuentro Futuro en Español.
Este foro está organizado por el grupo Vocento, la Fundación Telefónica y la Embajada de España en Chile, y cuenta con el patrocinio de la comunidad autónoma de La Rioja, cuyo presidente, José Ignacio Ceniceros, se encuentra en la capital chilena.
Su objetivo es favorecer el encuentro y la colaboración entre empresas e instituciones españolas y chilenas en torno al idioma español.
José Luis García Delgado dirige desde hace una década un proyecto de la Fundación Telefónica sobre el valor económico de la lengua española.
Según la investigación, el español multiplica hasta por cuatro los intercambios comerciales entre los países que comparten ese idioma, y el efecto multiplicador se eleva hasta siete veces en los flujos financieros.
Por ese motivo, según el economista, las empresas españolas tienen «clarísimo» que sus procesos de internacionalización deben empezar por América Latina.
«Cuando empiezan a pensar en saltar barreras domésticas piensan en la América hispana porque la lengua común actúa como una moneda única, facilita el trato y los contratos, crea cercanías», sostuvo.
«Genera confianza y la confianza en la economía es la palabra más importante de todas», añadió el catedrático, que el año pasado fue galardonado con el Premio de Economía Rey Juan Carlos.
El estudio El valor económico del español muestra, según su responsable, que las grandes multinacionales españolas pueden llegar a ahorrar hasta el 1 % de su facturación por operar en países hispanohablantes.
El profesor destacó que el español es la segunda «lengua de comunicación internacional» en el mundo, aunque hay varios desafíos pendientes como, por ejemplo, fomentar su uso en la comunicación científica.
También padece un problema de estatus, porque no tiene el reconocimiento que se merece en organismos multilaterales como las Naciones Unidas o la Unión Europea (UE), donde ni siquiera es una lengua de trabajo, subrayó García Delgado.
Por su parte, Ceniceros recordó durante su intervención en el foro que el español tiene su «partida de nacimiento» en esa comunidad autónoma del norte de España, concretamente en el monasterio de San Millán de la Cogolla.
«El español es un vehículo de comunicación de la cultura pero también es un gran activo económico», señaló Ceniceros, quien enfatizó las «posibilidades ilimitadas» de una lengua que hablan más de 550 millones de personas en todo el mundo.