En 1960, la entonces esposa del candidato presidencial John F. Kennedy, Jackie, se dirigió a las audiencias televisivas prometiendo, en español, «mi esposo siempre vigilará los intereses de todos los sectores de la sociedad, voten por el partido demócrata el día 8 de noviembre».
Desde entonces, muchos candidatos a la presidencia y a muchos otros cargos públicos en Estados Unidos han usado el idioma español o castellano para comunicarse con las comunidades de origen latinoamericano. De hecho, la campaña presidencial de 2016 es la primera en la que hay dos candidatos que hablan fluidamente el español y ambos son republicanos: Jeb Bush, quien lo habla con su esposa Columba en casa y Marco Rubio, hijo de padres cubanos cuyo primer idioma es el español.
El uso del español en esta campaña presidencial fue criticado por Donald Trump en el segundo debate republicano el mes pasado. Unos días antes, Trump había comentado que Bush «debería hablar inglés», luego que este dio unas declaraciones en español mencionándolo a él durante una visita a una escuela en Florida.
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