El convenio firmado este martes por la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, y el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, da continuidad al suscrito en 2008 y tiene una vigencia de cuatro años con el objetivo de hacer más efectiva la presencia de la educación, la lengua y la cultura española en el exterior.
El convenio permite así optimizar los recursos humanos y materiales de ambas instituciones que, solo en los últimos dos años, han llevado a cabo más de 400 acciones conjuntas. Se contribuye así a fortalecer la presencia internacional y reforzar la imagen exterior de España en el mundo, ha informado el Cervantes en un comunicado.
«No es una declaración de intenciones, sino que este convenio incluye ya una serie de acciones en relación a certificación, formación de profesores, promoción y difusión del español que harán desde ya nuestro trabajo mutuo más fácil y efectivo», ha explicado Isabel Celaá.
Esta coordinación entre el Ministerio de Educación y el Instituto Cervantes «no es, por supuesto, una novedad, pero sí un paso más, un salto en la buena dirección del trabajo coordinado en la acción exterior en favor de nuestra lengua», ha añadido la ministra.
El director del Instituto Cervantes ha indicado que aunque ambas instituciones realizan labores diferentes sus intereses confluyen y a menudo disponen de medios que pueden compartir para optimizar su actividad.
El Ministerio de Educación colaborará, entre otras actuaciones, en la difusión, la ejecución y la realización de los exámenes de español DELE, facilitando por ejemplo el uso de las instalaciones de los centros españoles en el exterior como sedes para la celebración de las pruebas.
Ambas instituciones cooperarán también en la elaboración de planes de formación del profesorado de español. Se recoge además el apoyo del Ministerio de Educación al reconocimiento del Diploma de Acreditación Docente del Instituto Cervantes (Dadic).
El convenio incluye también otras acciones destinadas a la difusión del español, como la promoción del acceso a las enseñanzas y actividades culturales del Cervantes a los españoles en el exterior y a sus descendientes; la colaboración en programas de apoyo al hispanismo y al trabajo desarrollados por hispanistas en el mundo; y la puesta en común de informes, datos y documentos en relación con la presencia del español en los distintos países.