Las wikis están imparables. Con todas sus grandezas y todos sus defectos, lo cierto es que son herramientas de gran utilidad siempre que uno sepa cómo utilizarlas. Es el caso de la Wikilengua, una web colaborativa especializada en cuestiones lingüísticas del español, que echó a andar hace dos años, en enero del 2008.
Ahora, esta wiki ha puesto en marcha un ambicioso proyecto: el atlas lingüístico oral. El objetivo final es que quien lo consulte pueda oír algunas frases en español pronunciadas con los acentos de cualquier rincón del mundo hispanohablante. Para añadir una grabación, hay que decir un texto corto, de contenido y estilo libres, a gusto del donante de acento.
Con ello se confeccionará el atlas de acentos plurales, desde (y ahora, unos cuantos tópicos) los cálidos tonos caribeños, hasta los arrabaleros acentos porteños, las académicas voces colombianas, las cantarinas mexicanas, los ceceantes dejes andaluces… En cualquier caso, la empresa es digna de llegar a buen puerto.
Siguiendo el sistema de Google Earth —donde el usuario cuelga fotos de los lugares que quiere inmortalizar, marcados con una chincheta virtual y con la debida explicación—, el atlas lingüístico de la Wikilengua, con la tecnología de Google Maps, muestra los mapas con sus chinchetas de situación. Al acercar el puntero, aparece el texto y, activando la reproducción, se oyen esas palabras. En la zona de Buenos Aires, por ejemplo, un colaborador ha grabado una frase fenomenal, sintética y descriptiva a la vez, en acento rioplatense:
«Si querés irte, andate. Yo no te voy a parar».
Javier Bezos, cuerpo y alma de la web, sugiere colgar grabaciones que reflejen el habla espontánea, incluso algún fragmento de conversación entre dos o más personas, para dejar constancia de los múltiples acentos. El atlas es sólo un apartado más de la Wikilengua, iniciativa de la Fundéu BBVA que, según Bezos, abre camino para otras lenguas: «En foros extranjeros, como por ejemplo franceses, se ha planteado hacer algo similar porque no siempre es fácil llegar a todos los rincones de la lengua».
Ahora mismo, lo mejor del atlas lingüístico es que todo está por hacer, los mapas están prácticamente vírgenes. Anímense y aporten su acento a su lugar de procedencia. En España, por ejemplo, sólo hay dos chinchetas: en Madrid y en Sevilla. En Hispanoamérica, hay poquísimas grabaciones, y en las Filipinas, en Guinea Ecuatorial, en Belice o en Sefarad (en el mapa aparece el Mediterráneo oriental, incluido Oriente Próximo), todo está por grabar.