Hacen networking durante el brunch o el afterwork, mientras piensan si de verdad necesitan contratar a alguno de los mil coach que han llamado a su puerta para levantarles el espíritu. “Es un must”, suelta uno de ellos. “Es una gilipollez”, responde el más hater del grupo.
Spoiler: la gilipollez se refiere a todo lo anterior. El postureo en los anglicismos para aparentar modernidad está como a mil millones de años-luz de todo lo trendy, y aquí voy a traducir cada término para hablar de lo de siempre sin que parezca que tienes un muffin en la boca. ¿Soy un hater? Nivel hardcore, amigos.
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