«Debería ser una cuestión de Estado pero no sólo para los españoles, sino también para los mejicanos, argentinos y colombianos», entre otros, ha puntualizado Villanueva (Villalba, Lugo, 1950) en una entrevista con la Agencia Efe después de firmar en Valladolid un protocolo con la Junta de Castilla y León.
Al «indudable prestigio cultural» atesorado durante siglos por la lengua que en 2050 hablarán más de 750 millones de personas, el director de la RAE ha añadido el carácter social, económico y político que en su opinión debe aún potenciar desde una estrategia global entre administraciones e instituciones.
Ha recordado, en este punto, el reciente estudio sobre el valor económico del español coordinado por el catedrático José Luis García Delgado (Universidad Complutense), que ha traducido en aportación al PIB una fortaleza de la lengua hispana «de la que también se ha hecho eco el rey de España».
En los Estados Unidos, donde es el idioma más hablado por una minoría, «ha dejado de ser una lengua identificada con la emigración para pasar también a ser el de una clase cercana al poder», y todo ello «a pesar de las últimas noticias poco agradables» para el español: «su avance es imparable» en el sentido inverso al de otras que han sido absorbidas por el inglés, ha matizado.
Más de 801 millones de consultas al diccionario en línea de la RAE durante 2016 (a una media de setenta millones al mes y más de dos al día), testimonian esa pujanza, la confianza y salud de un habla que, desde diciembre de 2014 en que accedió a la dirección de la RAE, Villanueva pretende situar en la cresta de la sociedad digital.
«Nos sentimos seguros de la fortaleza de nuestro idioma», ha precisado antes de anunciar que la vigésimo cuarta edición del diccionario será la primera en edición digital, actualmente en fase embrionaria y que dará sus primeros pasos durante la reunión de la comisión interacadémica que se celebrará en Burgos del 15 al 17 de marzo, objeto del protocolo rubricado esta mañana en Valladolid.
Profesor, crítico y filólogo, Darío Villanueva no es ajeno a los vaivenes legislativos en torno a la educación y formación académica, donde la lengua y literatura, en su opinión, no ocupa el lugar que merecen escritores de la talla de Gustavo Adolfo Bécquer, Pío Baroja, Ramón María del Valle-Inclán y Camilo José Cela, por citar algunos de los que ha analizado en diversos estudios.
«Tengo la percepción de que las distintas y sucesivas reformas educativas que se han producido, a un ritmo demasiado rápido e inconveniente, han relegado el papel de la literatura como elemento pedagógico fundamental», ha reflexionado el director de la RAE y de la Asociación de las Academias de la Lengua Española (ASALE).
Leer a los clásicos, ha puesto como ejemplo, «no sólo es un placer y una diversión, sino también una escuela del bien decir, de conocimiento práctico de la ortografía y de enseñanzas vitales porque hablan, y de una manera muy brillante, de cosas que a todos nos tocan».
«Reivindico que la literatura ocupe un lugar fundamental dentro de los programas educativos para el aprendizaje, dominio y perfección del idioma, pero también para la formación de la persona desde un punto de vista integral», ha insistido.
Darío Villanueva, como presidente de la RAE y de ASALE, ha recordado los centenarios de académicos que se celebrarán este 2017 como el de José Zorrilla (1817-1893), por parte de la española; de Juan Rulfo (1917-1986), en el caso de la mejicana; de José Enrique Rodó (1871-1917), de la academia uruguaya; y de Augusto Roa Bastos (1917-2005), de la de Paraguay.
La ASALE, instituida en 1951, está formada por veintitrés academias de todos los países hispanoamericanos más Estados Unidos, Islas Filipinas y, desde hace un año, Guinea Ecuatorial.