Anuncian a cada rato: «Enseguida, nuestro invitado sorpresa». «Las imágenes más esperadas… enseguida». Y en los programas deportivos: «No os perdáis el macrorresumen del partido de Mestalla, enseguida en #directogol».
He medido alguna vez la duración de esos enseguidas, y entre el momento en que aparecen los avisos y la llegada de lo prometido pueden transcurrir 20, 25 o 30 minutos.
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