Es un adjetivo y sustantivo que define la pertenencia de una persona a un lugar y se utiliza desde hace siglos, aunque en su origen tenía otro sentido.
La palabra proviene del latín gentilicium, que era el nombre del linaje al que pertenecía un varón y de hecho se escribía en el nombre de un ciudadano romano.
«Antes la tribu o linaje era muy importante, mucho más que la ciudad en que vivías. Era el grupo de gente, o la comunidad a la que pertenecías», explica la lexicóloga Laura García a BBC Mundo.
El nombre en la época romana estaba conformado por el nombre de pila (1), el gentilicium del linaje (2), y el nombre de la familia (3).
Leer más en www.bbc.com.