En un pequeño texto firmado por el profesor Michael Adams de la Universidad de Indiana de Bloomington, este ensalza la capacidad de creación de lenguaje de la serie ideada por Matt Groening, a la que comparan con otros rupturistas del lenguaje como Lewis Carroll, creador en Alicia en el país de las maravillas del jabberwocky (poema sin sentido) entre muchos otros términos. Las expresiones creadas por los Simpson no comparten ese carácter imaginativo, sino más bien, reflejan la personalidad de sus personajes.
Aunque la mayor parte de nosotros conozcamos los términos más famosos por su traducción española, muchas de estas palabras han entrado en nuestra habla de manera similar a lo que ha ocurrido en el ámbito anglosajón. Es el caso del «cómete mis calzoncillos» empleado por Bart y que en el inglés original era eat my shorts! o del «mola» que sustituye a cool o awesome y que forma parte de nuestro vocabulario diario. Curiosamente, ese «¡ay, caramba!» que exclamaba el pequeño en repetidas ocasiones no era ninguna traducción, sino que se pronunciaba —con un marcado acento americano, claro está— en español en el original.
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