Lo primero que pienso cuando oigo la palabra tirar es en desechar algo que no sirve. Los papeles, los paquetes, todo lo inservible lo tiramos a la basura, pero también tiramos cuando lanzamos algo en una dirección determinada, como cuando decimos que Juan le tiraba piedras a Pancho, aunque sería peor que le tirara balas. De hecho a los balazos también les decimos tiros. Se están oyendo muchos tiros por aquel rumbo.
Se tira la toalla cuando renunciamos a un trabajo o a una labor determinada. Esta expresión viene del boxeador que se da por vencido, ya no quiere seguir peleando y entonces su manager tira literalmente la toalla en el ring, como señal de que su muchacho acepta la derrota y ya no quiere que le sigan pegando.
Cuando disparas hacia un punto determinado en plan de entrenamiento o diversión se dice que estás practicando el «tiro al blanco» porque el blanco es un objeto que se puso a cierta distancia precisamente para ejercitar la puntería.
En las ferias pueblerinas había —quizá en algunas todavía haya— el tiro al negro. Lanzabas una pelota y si le pegabas a un «blanquito» puesto para el efecto, se soltaba una trampa donde estaba sentado un negro y hacías que el morenito cayera a un depósito de agua, una diversión francamente racista y discriminatoria.
Cuando te acuestas en el suelo se dice que estás «tirado» de panza y en el beisbol cuando te atrapan entre el home y la tercera base se dice que caíste en un «tira y tira» porque el jugador de tercera y el cátcher se lanzan la pelota uno al otro tratando de dejarte out, es decir fuera del juego.
En el fútbol también hay algunos tiros: el tiro libre, directo o indirecto, el tiro penal y el tiro de esquina. Tirar el dinero es malgastarlo aunque no lo tires literalmente. Una tira de papel o de tela es una cinta angosta y larga. El tiraje de un libro, periódico o revista nos dice la cantidad de ejemplares que se imprimieron, o sea «que se tiraron».
[…]
Leer más en am.com.mx