«El español, lleno de vocales, es una maravilla para cantar, al contrario del inglés con palabras con muchas consonantes pegadas. Es más duro», dijo la estrella al hablar de su primera experiencia musical completamente en castellano y con un clásico a bordo.
Eso no significa, dijo, que haya sido fácil: «Usualmente saco una canción en dos horas, pero Chiquitita fueron días. Soy muy perfeccionista. Hice como 20 versiones hasta que sentí que no podía quedar mejor», contó la artista desde su casa en Malibú, parte del Gran Los Ángeles, donde lleva semanas confinada.
La idea de grabar en español por primera vez le nació en 2018 mientras hacía su disco Dancing Queen en tributo a ABBA después de participar en la segunda entrega de la película Mamma Mía, para luego seguir rondándole la cabeza hasta que este año decidió concretar.
«Llegué a Inglaterra, donde grabo, pero no estaba preparada. Soy disléxica y leer en otro idioma no es lo mío. Terminé trabajando con una coach maravillosa que me ayudó muchísimo», indicó Cher en referencia a la cantautora española María Moss, quien coincidió con ella en el estudio de su productor.
«Aprendí la canción leyéndole los labios en la cabina de grabación», reconoció la estrella, quien también escuchó música de artistas latinoamericanos para llevar su pronunciación de la g, la j y la c a como las quería».
Y es que la Chiquitita de Cher es mucho más latina que la de ABBA, pues sus arreglos se conectan con el folclor de la región, el seseo está presente en cada línea y las guitarras y los acordes hablan más de México que de Suecia.
Para la artista, esta oportunidad también ha marcado un punto y aparte en su labor filantrópica, pues la satisfacción por completar Chiquitita no se compara a la que sintió cuando decidió que la dedicaría a recaudar fondos para Unicef, el fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Sobre ello, la artista comentó que todo lo que gane el tema en las plataformas musicales, las compras y las visualizaciones del video, que combina imágenes de Cher en su casa con escenas de niños de todas partes del mundo, irá a parar a la organización mundial. «A veces decides hacer algo y termina convirtiéndose en una cosa importante que funciona con lo que viene en el futuro. Parecía predestinada», expresó.