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| Ana Mendoza (Agencia EFE)

Blecua: La RAE ha evitado, en lo posible, el machismo en el Diccionario

El nuevo Diccionario de la Lengua Española, que se presenta el próximo jueves, contiene una visión «mucho más moderna y dinámica» del léxico actual y refleja también el «cuidado exquisito» que ha tenido la Real Academia Española en evitar, en lo posible, el carácter machista de algunas definiciones.

El director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua.

De ese cuidado habla el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, en la entrevista que concede a Efe, en la sede de la RAE, con motivo de la inminente publicación del Diccionario, pero también deja claro que la revisión profunda que se ha hecho de determinadas palabras «no quiere decir que se haya acabado con todo el machismo».

«Tampoco se ha acabado con el machismo en la sociedad española, y el Diccionario, como es reflejo de una sociedad, contiene visiones sociales que son inevitables, forman parte de nuestra historia», afirma Blecua.

Catedrático de Lengua Española, el director vive «con mucha emoción» la publicación de la XXIII edición del Diccionario, que Espasa llevará a todos los países hispanohablantes. Tendrá 93 111 artículos, casi cinco mil más que la de 2001, y recogerá 195 439 acepciones, entre ellas cerca de 19 000 americanismos.

La colaboración de las Academias hispanoamericanas de la Lengua Española y de la norteamericana ha sido «fundamental» en muchos aspectos y, sobre todo, a la hora de incrementar el número de americanismos.

Pero el español de América «es de extraordinaria riqueza» y «es imposible» que estén en el Diccionario «los ejemplos de uso coloquial de cada país», subraya Blecua, antes de recordar el elevado número de lenguas con las que entra en contacto el español en cada región de América.

Solo en Guatemala, «hay 25 lenguas mayas y cada una tiene cinco dialectos», indica.

El Diccionario de la Real Academia Española tiene siempre una gran repercusión (la edición digital recibe casi un millón y medio de consultas diarias), y quizá por ello la RAE recibe «constantes quejas» sobre su contenido y sugerencias para que se incluya o suprima tal o cual palabra.

«Hay algunas quejas que son muy razonables y otras, fundamentales para la corrección del Diccionario», como ha sucedido en el campo del lenguaje de las ciencias y la técnica, el de las pesas y medidas europeas y el del automóvil.

«En la mecánica te encuentras con cosas que son de hace treinta años; en nanotecnología, con ausencias que son de hace veinte años. Son ciencias que se han modificado muchísimo en los últimos años», comenta.

También se ha tenido «un especial cuidado» en evitar el posible carácter machista de algunas definiciones. Se han revisado «todos los artículos en que aparece la voz mujer» y se ha procurado que «no hubiera elementos muy graves que fueran de denuncia inmediata», afirma Blecua.

Ya se dijo el pasado mes de marzo que del adjetivo femenino se ha suprimido la acepción de ‘endeble, débil’, y de masculino la de ‘varonil, enérgico’.

Y se han revisado con lupa las profesiones para que conste el masculino y femenino siempre que haya posibilidad de que una mujer las desempeñe.

Algunos colectivos de homosexuales también han manifestado su satisfacción por los cambios introducidos en términos como maricón y sodomita.

Del primero, que lleva la marca de vulgar, se han eliminado las acepciones de marica y sodomita y se incluye la de ‘varón afeminado y homosexual’, según se puede comprobar en la edición digital del DRAE.

Y sodomita ya no es el que ‘comete sodomía’, sino el que ‘practica la sodomía’.

El Diccionario incorpora por primera vez el adjetivo homófobo y lo asocia a la definición de homofobia —‘aversión obsesiva hacia las personas homosexuales’—. También se ha modificado el artículo correspondiente a gay y se incluyen ejemplos como «sus mejores amigos son gais».

Pero siempre habrá términos que molesten a determinados colectivos porque «es muy difícil evitar algunas palabras», señala el director.

«Yo suelo decir que el Diccionario tiene que ser científicamente correcto, y, si es posible, políticamente correcto, pero solo si es posible», añade Blecua (Zaragoza, 1939).

El director vive en Barcelona desde hace décadas y está «muy preocupado» por las aspiraciones independentistas de una parte significativa de los catalanes.

«Creo que es necesario llegar a unos acuerdos que permitan una convivencia dentro de una serenidad, de un diálogo y de un respeto mutuo», asevera.

Pero «estos son problemas políticos que tienen que resolver los políticos, claro», señala Blecua, antes de reiterar que, en contra de lo que se ha dicho últimamente, la palabra referéndum del Diccionario no se ha modificado ahora sino que se hizo en 2008.

En su primera acepción se define así: ‘Procedimiento por el que se someten al voto popular leyes o decisiones políticas con carácter decisorio o consultivo’.

 

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