Muchas personas intentan traducir los anglicismos que nos asedian, y en su noble propósito se devanan los sesos por dar con la alternativa exacta a la palabra que tienen delante.
La primera reacción ante el anglicismo entre personas que aman el español las lleva a buscar un equivalente literal. Así, en vez de «iré a Londres en un vuelo low cost», dirán «iré a Londres en un vuelo de bajo coste». Pero de bajo coste equivale en esos contextos al adjetivo español barato. Por tanto, podemos decir que hemos comprado un billete barato; o que el precio del vuelo estaba tirado. La última película de Woody Allen se titula Wonder Wheel, y la traducción más adecuada al contexto no sería Rueda maravillosa, sino La noria.
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