Y aquí es que empiezan los inconvenientes. ¿Han olvidado los que hablan en la radio el respeto por la lengua española, su herramienta esencial de trabajo? Pocos son los buenos hablantes ante los micrófonos radiofónicos.
Y uno de ellos es, sin duda, Ramón Colombo. Más de una vez lo he oído corregir los anglicismos innecesarios que brotan a cada paso. Y casi siempre se queda solo. Hace unos días tuvo la ocurrencia de preguntar a unos anunciantes cómo se decía en español el nombre y el lema en inglés del producto que anunciaban. El resultado fue un balbuceo de duda.
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